Un lote pequeño de 16 m de profundidad, con necesidad de los propietarios de encontrar luz y jardín, nos lleva a demoler lo que estaba pero conservando el muro permitral y la fachada que cierra la parcela, que le da intimidad a la casa. Allí se inserta esta estructura que conforma una gran galeria, un gran porche que se puede abrir y cerrar según el clima.